martes, 21 de junio de 2011

Y también contaremos con ellos..(I)

ALBERTO SEBASTIÁN

El mío es un buen trabajo. Llevo ya unos cuantos años en esta tarea de contar cuentos para todo tipo de públicos y en cualquier espacio donde se pueda escuchar. Estoy convencido de que escuchar cuentos puede ser una experiencia que no es comparable a ninguna otra.

Me gusta pensar que los libros son los lugares donde esos cuentos descansan, sumidos en un sueño que puede durar muchísimo tiempo, y que las personas que nos dedicamos a contarlos, los sacamos de su reposo y los lanzamos al aire, para que vuelen de nuevo. Los cuentos de tradición oral precisan de la palabra hablada para permanecer vivos, porque viven en la voz. Necesitan voces y oídos que les den vida, porque nacieron así. Sí, es un buen trabajo.


ARTURO ABAD

Arturo Abad es una persona de esas con pulgar oponible y pelo en la cabeza. Sabe mantenerse de pie en casi todas las ocasiones en las que no está tumbado y suele decir cosas como ¡Hola! cuando se encuentra con otro ser humano. Escribe sus propias historias para ahorrarse el trabajo de aprenderlas y las adereza con humor y ternura siguiendo una receta que aprendió de narradores tiernos y divertidos. Dicen que se hizo cuentacuentos para hacer felices a los niños, pero no es cierto. Se hizo cuentacuentos para ser feliz él, y si alguien más se alegra, pues mejor.

Nació en Canarias pero habita en Granada, ciudad con la que actualmente mantiene una relación sentimental.

Ha publicado tres libros: Taller de Corazones y Zimbo con la editorial OQO y Ocurrió en una Burbuja con la editorial Hipalage

Le gusta el sonido que hacen las manzanas al caer sobre las manos, buscar dibujos en las manchas de las paredes y estornudar cuando tiene frío. Además, tiene una abuela por parte de madre que está completamente convencida de que es un chico encantador.



JOSÉ CAMPANARI
Nací en Chacarita, un alegre barrio a las puertas del cementerio de Buenos Aires, en el seno de una familia de origen italiano.
Crecí rodeado de sastres, modistas, cocineras y tenderos que me enseñaron a abrigar, dar de comer y atender gentilmente a las personas.
Trabajé como delineante, empleado administrativo, tendero ocasional, pinche de cocina, profesor de teatro, expresión corporal y otras expresiones artísticas, ayudante de dirección, director teatral, actor y clown.
Después de varios años de transitar escenarios en silencio como clown mudo, en 1990 tomé la palabra para contar mis propias historias de viva voz.
En 1995 subí a un avión rumbo a Colombia para participar en un encuentro de contadores de historias y leyendas. Más tarde otro avión me trajo a España y desde entonces no paro de viajar, en todo tipo de transporte, llevando mis historias por grandes ciudades, ciudades pequeñas, pueblos e incluso aldeas.
Participé en festivales de narración oral en Argentina, Uruguay, Colombia, Perú, Ecuador, Portugal, Francia y España.
Además continúo desarrollando la tarea de actor y director teatral participando en montajes de compañías como Berrobanbam, Mohicania, Matarile teatro y Sapristi Teatro, entre otras.
Invento algunas historias que pasan de la imaginación al papel y escribo artículos sobre el arte de contar historias de viva voz que son publicados en revistas especializadas en la narración oral y en las artes escénicas.
Desde 1998 estoy afincado en Santiago de Compostela, abrigando y dando de comer a mis amigos y atendiendo gentilmente a quien quiera escuchar historias.

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